Memorias del ComexTalks: Una mirada global a la situación del transporte marítimo.
Asistente de Asuntos Legales
Analdex
En esta primera edición de ComexTalks, realizada el 11 de febrero de 2021, se abordó uno de los temas más relevantes para el comercio internacional en la actualidad. Se trata del déficit de contenedores para las operaciones de comercio exterior.
Generalidades del transporte marítimo mundial
En el foro se contó con la participación de Ricardo Moreno, un experto en el tema y además es CEO de Compras Inteligentes y Co-founder de Axon Logística Consultores. Moreno explicó de forma amplia las causas y los efectos de dicha problemática global más allá de la crisis causada por la pandemia. Indicó que, desde la implementación de los primeros contenedores en el siglo pasado, estos han cambiado el mundo y lo han vuelto más pequeño, haciendo una clara referencia al libro The Box de Marc Levinson. Resaltó que, es de vital importancia comprender el desbalance que siempre ha existido desde el punto de vista de las operaciones globales de transporte.
Moreno, indicó que en el transporte marítimo hay diferentes rutas o corredores, muchas veces llamadas autopistas del mar, por las cuales diariamente cruzan miles de buques. Existen ciertas rutas que tienen más carga, mayor volumen y número de buques que otras, lo que causa un desbalance.
El corredor norte-norte es uno de los fletes más valiosos debido a que es uno de los cuales moviliza más carga. Durante los momentos de crisis se acentúa el poder de estos desbalances, ya sea a favor o en detrimento de los países o de los distintos mercados.
Afectación del sector debido a la emergencia sanitaria
En este contexto, el comercio mundial enfrenta un nuevo choque como consecuencia de la pandemia. Los problemas logísticos por la imposibilidad de distribuir correctamente los contenedores de las navieras, de forma tal que se atiendan las crecientes ventas al exterior de China, aumentaron significativamente los fletes y generaron cuellos de botella que amenazan con interrumpir el funcionamiento de las cadenas de abastecimiento a nivel global.
Un fenómeno que viene tomando relevancia desde diciembre del 2020 es el incremento acelerado en los costos de transporte de mercancías. Los fletes promedio de los contenedores de 40 pies desde China a Europa del Norte y al Mediterráneo pasaron, en su orden, de 2.206 y 2.400 dólares en noviembre a 7.578 dólares y 8.060 dólares la semana pasada.
De forma paralela, los envíos de China con destino a Norteamérica vienen en aumento desde mediados del año pasado, al punto que están en 4.248 dólares en la costa oeste y en 5.924 dólares en la costa este. Así, los costos actuales de transporte desde Asia son cinco veces más altos que el promedio de los últimos tres años para envíos a Europa y entre dos y tres veces más altos para envíos a EEUU.
Sobre esta problemática se desarrolló un conversatorio con Ginna Castro, Commercial Manager de CMA-CGM Colombia y Ernesto Aramburu Country Manager de Hapag Lloyd. Al respecto, los panelistas indicaron que los cierres de frontera, toques de queda, cuarentenas prolongadas, entre otras medidas de contención del virus que se implementaron en Europa o Estados Unidos desde el segundo trimestre del año, generaron una disrupción en las cadenas globales de valor y de esta manera una afectación a los ciclos logísticos normales de los contenedores en el comercio global.
Indicaron también que, miles de contenedores vacíos se quedaran varados en Europa y EEUU y no hayan logrado regresar a Asia para atender la gran demanda presentada en el cuarto trimestre. Desde entonces se ha hecho de forma muy paulatina y no se logró cubrir la demanda. Un agravante fue la recuperación desigual de las exportaciones de China frente al resto del mundo.
El fuerte incremento de la demanda occidental durante la segunda mitad de 2020 impulsó más rápidamente las ventas chinas al exterior, incrementando su necesidad de contenedores. De hecho, en un año en donde el comercio mundial sufrió un fuerte retroceso (-9,2% en el volumen total comerciado según estimativos de la OMC), el gigante asiático exhibió un aumento en sus exportaciones de 1,9%, de la mano de mayores envíos a la Asociación Nacional del Sudeste Asiático (ASEAN) y a la Unión Europea.
Los panelistas indicaron que esta situación demuestra cómo se vienen consolidando las cadenas regionales de valor. La incertidumbre sobre la disrupción en el comercio internacional sigue siendo alta. Los cuellos de botella en China podrían tener un impacto en términos de costos y tiempos sobre un gran número de productos, por el rol protagónico del gigante asiático en las cadenas de suministro mundial.
Esta incertidumbre generó también una percepción de desabastecimiento, que disparó exponencialmente las compras nerviosas (el miedo a quedarse sin productos). Con lo anterior, los panelistas concluyen que el desbalance entre la oferta y la demanda es una de las principales razones por la cual se presenta el fenómeno de aumento en el valor de los fletes marítimos a nivel global.
Un ejemplo de esto es el sector de alimentos. La competencia mundial por transportar carga en contenedores le ha significado a Tailandia no puede enviar su arroz, lo mismo ocurre a Canadá y a sus guisantes, a la India con el azúcar y en el caso colombiano el café en los meses de octubre y noviembre.
Aun así, es improbable que se produzca un aumento importante de los costos de los alimentos a nivel mundial. No está claro qué parte del aumento de los costos de transporte podrán trasladar las empresas a los consumidores, dada la desaceleración económica provocada por el coronavirus.
Se resalta que la situación del Covid-19 es un acelerador de la caída del transporte marítimo, más no es la única causa, debido a que aproximadamente desde el 2017 se venía registrando un comportamiento descendente en el sector. La eficiencia del transporte marítimo se mide no solo por llevar un buque desde un punto A hasta un punto B con la mayor cantidad de carga posible, sino también la capacidad de generar su retorno en igualdad de condiciones.
Perspectivas y retos
Lo anterior no se puede garantizar bajo el panorama mundial presente, pues si en condiciones normales esto ya es bastante difícil de lograr, los cierres de países profundizan estos desbalances y no permiten garantizar la eficiencia en las escalas de economías de transporte, que resulta en un colapso inminente para la cadena de transporte.
Adicionalmente, se presenta otra situación compleja a partir del vencimiento global de una gran cantidad de contratos de trabajo para gente de mar en junio, lo cual imposibilita la capacidad de reponer tripulaciones en el tiempo adecuado. El déficit de gente de mar es una constante presente en el sector del transporte marítimo, lo cual afecta la configuración de la flota global.
Finalmente, se comprende cada vez más el riesgo que conlleva perseguir la eficiencia logística debido a que el crecimiento mundial del comercio promueve la movilización de más buques de mayor tamaño y volúmenes. Lo cual significa que es cada vez más complejo llenar y vaciar dichas embarcaciones, visto que la capacidad adaptativa se convierte en un proceso mucho más complicado a lo que era antes, dado al gran tamaño de las operaciones de hoy en día. De modo que se entiende la existencia de riesgos y desbalances como la causa principal de coyunturas a nivel mundial, pero también la causa principal de que se realicen avances y se encuentren soluciones innovadoras rápidamente.