Enfriamiento sostenible, el futuro de la logística en cadena de frío
Líderes del sector innovan para erradicar el uso de embalajes con materiales como el icopor.
Un informe del Programa de la ONU para el Medio Ambiente alerta sobre la contaminación por plásticos innecesarios o evitables, que en 2015 producían 1,7 Gigatoneladas de CO2 y para 2050 podrían llegar a las 6,5 Gt, es decir, el 15% del presupuesto global de gas carbónico. El texto destaca los plásticos de un solo uso como el icopor, un material derivado del petróleo, que no es biodegradable.
Esto ha motivado a que en Colombia algunas compañías del sector logístico, uno de los más sensibles en temas de sostenibilidad y cuidado del medio ambiente, estén implementando soluciones integrales de alto impacto en su modelo de negocio.
Soluciones a la medida
“Aunque las neveras de icopor son muy utilizadas para transportar productos que requieren cadena de frío, pues ofrecen buenos niveles de aislamiento térmico, para nosotros esta situación siempre representó un desafío y el objetivo de lograr su reemplazo paulatino pero definitivo”, afirma Juan Carlos Castro, director general de Solistica para Colombia y Centro América, compañía que desarrolló con su equipo de Validate, para los sectores farmacéutico y veterinario, embalajes ecológicos de 30 litros para transportar vacunas, penicilinas e insulinas, retrovirales y oncológicos, entre otros.
Su estructura de polipropileno y polietileno de alta densidad, que soporta por más de cinco años la reutilización en la logística de distribución, está aislada al interior con espuma rígida de poliuretano y material refrigerante, con componentes orgánicos no derivados del petróleo, que garantizan aislamiento y una temperatura estable entre 30 y 50 horas, dando cobertura a la logística de distribución nacional.
Dentro, un medidor con tecnología GPS – GSM monitorea la ubicación de la mercancía, informa la temperatura en tiempo real y garantiza la integridad de los datos almacenados en esta solución apegada al estudio de validación (CRF21 Parte11), un requisito regulatorio de la FDA (Food & Drug Administration).
Es una solución validada y un desarrollo tecnológico nacional apegado a los requisitos definidos por el Ministerio de Salud y las buenas prácticas de manufactura, distribución y almacenamiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la United States Pharmacopeia (USP) alineadas bajo estándar ISO, que destaca por sus beneficios ambientales, facilidad de mantenimiento y limpieza con productos biodegradables y disminución en los tiempos de alistamiento en hasta un 20%, comparado con las neveras de un solo uso.
Evolución de la logística
El desarrollo de los embalajes ecológicos propone un escenario con capacidad para movilizar hasta 30.000 envíos mensuales que, en cifras de impacto ambiental significa la reducción de uso anual de 140.000 kilogramos de icopor, que muchas veces termina en los rellenos sanitarios.
“El impacto positivo de estas soluciones logísticas integrales va directo al medio ambiente y de cara a nuestros clientes, no solo se refleja en eficiencia y costos, sino que les agrega resultados en temas de sostenibilidad para su operación”, asegura Juan Carlos Castro, director general de Solistica para Colombia y Centro América.
El alto ejecutivo agrega que los porcentajes de ahorro pueden llegar hasta el 30% en los procesos de almacenamiento, distribución y entrega de cadena de frío, “un negocio de alto valor, por lo que implica en términos de cumplimiento regulatorio y de inversión en tecnología, que muy pocas empresas de logística podemos garantizar”.
Tan solo esa eficiencia le permite a la compañía reducir su huella de carbono en un 40% durante la operación de almacenamiento, distribución, entrega, e incluso, en procesos de logística de reversa y reacondicionamiento.
Más innovación
La oferta de Solistica se completa con sus Bines de Temperatura Ambiente Controlado, estructuras metálicas con manta hermética y refrigerantes de mezclas eutécticas, con capacidades de 0,6 m3 y 1,2m3, que integran una solución reutilizable para envíos en temperatura controlada menor a 25C°, con una vida útil de dos años, pensados para procesos logísticos de mayor volumen al transportar 17 veces más que una nevera común y proveer una solución integral de embalaje, retorno, limpieza, administración de activos y monitoreo en tiempo real.
“Son más de 65 toneladas de CO2 que se dejan de emitir durante todo el proceso logístico y cuando los embalajes ecológicos cumplan su vida útil, los componentes refrigerantes se convertirán en abonos orgánicos y el polipropileno se empleará en la fabricación de palets, pisos reciclados y viviendas ecológicas”, culmina diciendo Alejandro Toro, director comercial de Solistica para Colombia y Centro América.
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