Tensión entre China y Estados Unidos despertó apetito por productos colombianos
Agricultura, piedras preciosas y textiles son los principales rubros con oportunidad en las exportaciones desde Colombia a EE. UU.
Las tensiones geopolíticas y económicas que durante los últimos años han marcado la relación comercial entre Estados Unidos y China afectan a los consumidores y a muchas empresas de ambos países; sin embargo, también juegan a favor de los productos colombianos.
De acuerdo con la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham), 27 partidas arancelarias aumentaron su proveeduría hacia Estados Unidos desde Colombia, mientras se reducían desde China.
“Estos productos colombianos totalizaron US$3.343,4 millones en exportaciones, con un crecimiento 82,6% frente al período de referencia prepandemia de 2019, cuando las ventas externas fueron por US$1.830,7 millones, en tanto que la economía internacional aún no estaba bajo los efectos de la pandemia del covid-19”, explicaron desde AmCham.
Por composición sectorial, las actividades agropecuarias representaron el 54,5% del valor total de los 27 productos con oportunidad exportados hacia el país norteamericano, lo equivalente a US$1.822,7 millones entre enero y noviembre de 2022.
En segundo lugar, las perlas finas se destacaron como “motor de crecimiento”, al concentrar el 40,4% del valor total exportado, con US$1.351,3 millones, seguido por el sector textil, el cual reportó ventas por US$104,8 millones.
“En un año con proyecciones de menor crecimiento económico global y nacional, el aprovechamiento de oportunidades en comercio exterior es fundamental para contrarrestar los efectos de la crisis económica y comercial del país”, dijo la presidenta de AmCham Colombia, María Claudia Lacouture.
Y destacó que el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y la cercanía geográfica con ese país versus los países asiáticos favorecen estas exportaciones.
Y es que, por ejemplo, entre los productos que más disminuyeron en las exportaciones del gigante asiático hacia el país norteamericano, y en cambio respondieron positivamente en Colombia, están los betunes y asfaltos naturales —mientras las ventas externas de estos desde Colombia a EE. UU. aumentaron 73,2% entre enero y noviembre de 2022, frente al mismo periodo de 2021, las chinas cayeron un 100%—.
Otros productos que se destacan son la manteca, grasa y aceites de cacao, así como la margarina y las mezclas de grasa animal o vegetal. También están los huesos, cueros y pieles depiladas de animales; harina, sémola y polvo de hortalizas o tubérculos; y cables, trenzas y similares de aluminio.
Cabe recordar que una de las principales razones de esta guerra comercial es la imposición un aumento recíproco de aranceles “excesivos” entre EE. UU. y China.
Y aunque el presidente Joe Biden había considerado la eliminación de algunos de esos aranceles, en medio de la presión para aliviar la creciente inflación estadounidense, en septiembre de 2022 decidió mantenerlos.
Un mejor aprovechamiento
Para Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), Colombia tiene una posición geográfica privilegiada, dada su cercanía con EE. UU.; sin embargo, cree que el país debe aprovechar mucho mejor esas oportunidades.
“La principal dificultad que tenemos tiene que ver con la regulación aduanera. El país necesita cambiar su sistema por uno que vigile pero no castigue excesivamente a las empresas que se equivocan en sus procesos de exportación. Exportar aquí debería ser mucho más fácil y barato. Colombia debería tener una aduana más moderna y digitalizada”, enfatizó Díaz.
Y añadió que no basta con tener la capacidad productiva, al país le hace falta atraer más empresas exportadoras que le permitan crecer en nuevas líneas y sectores, así como conectar con las cadenas regionales de valor.
Finalmente, el llamado de Lacouture, desde Amcham, es a crear alianzas público-privadas que permitan fortalecer el tejido exportador colombiano, en las cuales “la política pública será trascendental para construir sobre lo construido y transitar hacia una senda de crecimiento de mayor competitividad, independientemente de una tasa de cambio favorable”.
Tomado de: El Colombiano