Gris 2019 para las exportaciones
Aunque para el 2019 el sector del comercio exterior colombiano se había fijado la meta de exportar bienes y servicios por un valor superior a los 47.000 millones de dólares, la guerra comercial entre Estados Unidos y China, una menor dinámica en el negocio de mercancías a nivel mundial y los pocos avances en diversificación hicieron que los despachos totalizaran 39.501 millones de dólares, ubicándose debajo del objetivo y cayendo 5,7 % frente a 2018.
La cifra es del reporte de ventas colombianas al exterior que realiza el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en el que se destaca que este comportamiento obedeció a que los combustibles y bienes mineros en general observaron una caída de 11,1 % en las exportaciones, sumando 22.023 millones de dólares, debido a una menor demanda de carbón nacional.
“Este es el resultado de la tendencia que vimos el año pasado sobre caídas en las exportaciones dados los menores precios y compra de productos minero energéticos. La guerra comercial llevó a que China registrara menos adquisiciones y eso nos afectó, porque solicitó menos carbón”, apunta Javier Díaz Molina, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex).
Agrega Díaz que se espera que el comportamiento del comercio mundial empiece a cambiar este año con el acuerdo de primera fase entre Estados Unidos y China, algo que “cuanto menos, lleva a que no se incrementen ni se escalen los aranceles y las barreras. Ojalá en una segunda fase ese conflicto se resuelva y volvamos a una normalidad en comercio internacional”, (ver Paréntesis).
Sin embargo, Luis Fernando Ramírez, investigador económico de la Universidad Sergio Arboleda, explica que además del problema con los productos del renglón de minas y energía, preocupa el hecho de que “no repuntaron las manufacturas incluso con tasa de cambio favorable, lo cual indica que hay temas de competitividad y de logística de por medio”.
Persisten los desafíos
Lo que plantea Ramírez sobre aspectos de capacidad de la industria, más allá del dólar, ha sido analizado, incluso, por Juan José Echavarría, gerente del Banco de la República, quien en una publicación conjunta con Iader Giraldo y Fernando Jaramillo sobre Colombia en las cadenas globales de valor, apuntó que el país ha elevado la dispersión de los aranceles entre 1995 y 2009, llegando incluso a 98 % –dispersión que ha hecho que la inversión extranjera para comprar bienes y servicios en el país se desvíe y vaya a economías con menos trabas arancelarias–.
Javier Díaz asegura que “no solo de tasa de cambio viven los exportadores”, pues también hay otros elementos “como el costo país, precios logísticos y mayor facilitación del comercio, porque sigue siendo muy complicado exportar e importar en Colombia”.
Al analizar en detalle las otras dos industrias evaluadas por el Dane (productos del agro y manufacturas), las palabras de Díaz toman forma, pues el año pasado solo el renglón de bienes agropecuarios percibió una variación positiva (0,8 %, sumando 7.362,7 millones de dólares), en tanto que las manufacturas, al igual que los combustibles, cayeron –en este caso 0,4 %– registrando 8.290,3 millones (ver Gráfico).
Con estos resultados totales, otro tema que hay que ir mirando es el déficit de la balanza comercial, porque sigue sin cerrarse y “es algo que pesa mucho a la hora de evaluar la economía colombiana”, recalcó Ramírez.
A corte de noviembre, por ejemplo, el déficit en la balanza que menciona el académico sumaba 10.284 millones de dólares, producto de despachos por 36.104 millones y compras al exterior por 46.387 millones, según datos conjuntos del Dane y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. La última vez que el país registró un superávit fue en 2013, cuando el saldo ‘en verde’ ascendió a 2.206 millones.
¿Y Antioquia?
“Como región no hemos hecho la tarea efectivamente. Seguimos moviendo los mismos volúmenes de mercancía hacia los mismos destinos y no estamos diversificando”, apunta Rodrigo Patiño, gerente regional de Analdex en Antioquia.
De acuerdo con el directivo, al analizar el top de los bienes que más se exportan desde esta zona del país “el jalonador más importante sigue siendo el oro porque se volvió un activo refugio ante las coyunturas internacionales que elevaron su precio, algo que, de lo contrario, habría provocado una mayor caída sobre los resultados definitivos de lo que se vende al exterior”.
Fuente: El Colombiano